La música es una parte importante de nuestras vidas, pero ¿sabías que también tiene una gran influencia en nuestro cuerpo? La música puede hacer maravillas, especialmente cuando estamos estresados y tensos. Nos ayuda a despejar la cabeza y a relajarnos.
Cómo influye la música en nuestro cuerpo
La música puede influir en nuestro cuerpo de diferentes maneras. Cuando escuchamos música, nuestro ritmo cardíaco se regula y nuestra respiración se ajusta. La producción de hormonas y neurotransmisores también se ve influida por la música. Así, la música puede calmarnos, relajarnos o levantarnos el ánimo.
Algunos estudios han demostrado incluso que ciertos tipos de música pueden favorecer la curación de enfermedades. Por ejemplo, la música de piano de Mozart puede ayudar a los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) a concentrarse mejor. Otros estudios han demostrado que la musicoterapia puede mejorar la memoria y la capacidad de hablar de los enfermos de Alzheimer.
Así que la música puede influir en nuestro cuerpo de muchas maneras. Así que, si no te sientes bien, prueba a escuchar tu música favorita: ¡puede que te siente sorprendentemente bien!
El poder de la música en el cuerpo
La música tiene un poder increíble sobre el cuerpo humano. A través de las vibraciones de la música producida por los instrumentos, las células del cuerpo pueden relajarse o estimularse. La música puede subir o bajar el pulso y regular la presión arterial.
Lo más importante es que la música es capaz de influir en nuestro estado de ánimo. Si escuchamos música triste o tensa, también podemos sentirnos tristes o tensos. Si escuchamos música alegre y enérgica, también podemos sentirnos alegres y enérgicos. Cuando los seres humanos imaginamos el poder de la música, podemos pensar primero en impresionantes interpretaciones de óperas o sinfonías. Nos vemos frente a la gran orquesta que produce multitud de sonidos con sus instrumentos y escuchamos al primer violín que lo sostiene todo.
Pero el poder de la música va mucho más allá de los límites de la experiencia humana. De hecho, incluso los animales pueden beneficiarse de su poder.
Un ejemplo muy conocido es el llamado programa «Growing Up Musical» para perros, en el que los cachorros de entre ocho y dieciséis semanas se exponen regularmente a la música. El estudio demostró que los perros que escucharon música se comportaron posteriormente con menos ansiedad en situaciones nuevas que los que no lo hicieron.
Pero hay otros ejemplos del efecto positivo de la música en los animales. Algunos ganaderos incluso utilizan la música para ordeñar a sus vacas Las vacas producen más leche cuando escuchan sonidos suaves, y cuando oyen la misma melodía repetidamente, incluso aprenden a reconocerla.
Los pájaros también pueden beneficiarse del poder de la música. Un estudio demostró que las aves que escuchaban música clásica ponían más huevos que las que no lo hacían. Y en otro estudio se descubrió que las aves cautivas vivían más tiempo y estaban más sanas cuando escuchaban regularmente música clásica.
¿Qué animales pueden beneficiarse del poder de la música? La verdad: ¡todos los animales! Así que la próxima vez que escuche su colección de música para mascotas, recuerde que puede ser buena para su mascota
Así que la música puede ayudarnos a regular nuestro estado de ánimo y a equilibrar nuestro cuerpo.
¿Qué instrumentos son los más adecuados para influir en nuestro cuerpo?
La música es un lenguaje que todo el mundo puede entender. Puede hacernos reír o llorar, tranquilizarnos o alterarnos. ¿Pero sabía que la música también puede influir en nuestro cuerpo? Si elegimos el instrumento adecuado, podemos influir en nuestro cuerpo de muchas maneras.
Por ejemplo, los sonidos rápidos y frenéticos pueden acelerar nuestro pulso y ponernos nerviosos. Por otro lado, los sonidos lentos y tranquilizadores pueden ayudarnos a relajarnos y desconectar. Por eso, cuando se trata de poner el cuerpo en un estado determinado, es importante elegir el instrumento adecuado para el trabajo.
Por ejemplo, si quiere relajarse, los tambores o los pianos son los más adecuados. Por otro lado, si estás preparando un examen o si tienes que hacer un trabajo físico extenuante, es mejor escuchar música más rápidamente. Estos son algunos de los mejores instrumentos para diferentes propósitos:
Tambores: Los tambores son perfectos para los que quieren relajarse o calentar el cuerpo. Los movimientos rítmicos y el sonido de los tambores ayudan a relajar el cuerpo y calentar los músculos.
También hay sonidos de tambor relajantes, como el sonodrum.
Piano: Los pianos son ideales para los que quieren calmarse o concentrarse. Los suaves sonidos del piano pueden ayudar a calmar la mente y aumentar la concentración.
Guitarra: Las guitarras son ideales para los que tienen energía o quieren estar motivados. Los sonidos agudos de la guitarra pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y estimular el cuerpo.
¿Qué impacto tiene la música en nuestra salud?
La música puede influir en nuestro bienestar y salud de muchas maneras. Puede relajarnos, levantarnos el ánimo o incluso hacernos dormir. Muchas personas utilizan la música para sentirse mejor o para aliviar el dolor físico.
Existen diferentes tipos de musicoterapia, todos ellos centrados en la curación o el alivio de enfermedades y trastornos. La musicoterapia se utiliza a menudo para personas con autismo, depresión, Alzheimer y otras enfermedades.
Un estudio ha demostrado que la musicoterapia puede mejorar el estado de ánimo de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer. Los pacientes del estudio escuchaban música clásica durante 30 minutos al día. Al cabo de seis semanas, los pacientes y sus familiares declararon que su estado de ánimo había mejorado. El estudio también demostró que el efecto de la musicoterapia duraba más que el de un medicamento utilizado para tratar la enfermedad de Alzheimer.
Otro estudio demostró que la música ayuda a tratar la depresión. El estudio examinó los efectos de la llamada música «antidepresiva» en personas con depresión leve o moderada. Los participantes en el estudio escucharon piezas musicales especialmente seleccionadas durante 30 minutos cada día para el tratamiento de la depresión. Al cabo de seis semanas, los participantes declararon que su depresión había mejorado.
La música también puede tener un efecto positivo en las personas con autismo. Un estudio ha demostrado que los niños con autismo que reciben regularmente educación musical temprana desarrollan mejores habilidades lingüísticas. En el estudio participaron 36 niños de entre 3 y 5 años. La mitad de los niños participaron en clases de música temprana, mientras que la otra mitad no recibió ninguna clase de música temprana. Al cabo de un año, los niños que recibieron educación musical temprana mostraron unas habilidades lingüísticas significativamente mejores que los niños del grupo de control.
Por lo tanto, la música puede tener una influencia positiva tanto en nuestro estado de ánimo como en nuestra salud. Si padece una enfermedad o una discapacidad, debería considerar si la musicoterapia es adecuada para usted.
Conclusión
La música puede influir en nuestro cuerpo de muchas maneras. Tocando un instrumento podemos mejorar nuestra motricidad, agudizar nuestra percepción e influir positivamente en nuestras emociones. En un mundo tan acelerado, es importante tomarse tiempo para hacer cosas que nos den placer. ¿Y qué puede ser más agradable que mejorarse a sí mismo al mismo tiempo? Así que siéntese en el instrumento de su elección y ¡que empiece la música!